TU, SEÑOR, ERES BUENO E INDULGENTE.

TU, SEÑOR, ERES BUENO E INDULGENTE.
Salmo 85.
Llevamos hedidas profundas, causadas por el pecado,
Jesús vino sanarnos, el es nuestro Medico y Medicina.

Ante mi pecado y rebeldía,
tú me amabas sin medida.
Ante esta corazón que te rechazaba,
tú me amabas y me sanabas.

Muchas cosas no comprendía,
mas tu amor me seducía.
Muchas cosas no comprendía,
pero tu amor me atraia.

Mí herida… a ti… te dolía,
pues me amas y comprendes.
Mi herida a Ti te atraia,
porque eres mi Padre y Medico de mi vida.

Un combate en mi corazón, esta herida me causo.
Yo, era el mendigo, que peleaba con mi Señor.
Yo, el hijo amado, que enfrentaba a su padre y su Dios.

Mis palabras te fueron sinceras, porque te amo mi Dios.
Me di cuenta de mi soberbia, creerme como tu… Señor.
Mis palabras te son sinceras, te entrego esta herida…
mi Padre y mi Dios.

A tus pies como mendigo, me pongo, Jesús… mi Señor.
A tus pies pidiéndote perdón, sáname esta tarde…
en el Altar del Amor.

A tus pies cara a cara… mi amado Dios.
A tus pies como un niño… dejándome sanar,
con tu Espíritu de Amor.
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Domingo
20 de Julio de 2008
Tiempo Ordinario - Semana 16
Se meditan los Misterios Gloriosos del Santo Rosario DOMINGO,
Día del Señor
RUBEN FONTAN
rubenfontansj@hotmail.com

"Solo en Dios tenemos vida"